En memoria de quienes perdieron su memoria

Una vez tuviste memoria, aunque tus recuerdos ahora se hayan fugado por los resquicios de un tiempo que está siendo devorado por la propia vida, aunque tu mirada permanezca hoy ausente, desierta y carente de nostalgia, como si tus palabras, tus gestos, tu voz y, sobre todo tu alma, se ahogaran dentro de un vacío infinito y eterno que envuelve y acorrala tu existencia, invade tu sueño y también tu despertar.

Pero todos los demás sí recuerdan la vida que viviste y lo que hiciste por la suya, las veces que reíste y lloraste, el amor que sentiste y a la vez entregaste, las lágrimas que derramaste y también las que secaste, y toda esa vida que ahora permanece a la sombra de un abrumador silencio, puede verse reflejada en los ojos de quien se ocupa en este momento de devolverte todo aquello que aportaste sin condición alguna, de tal forma que todos tus recuerdos, a partir de ahora, seguirán permaneciendo vivos en otras miradas, en otras memorias.