Dejé de soñar despierta
para construir mis sueños,
emprendiendo nuevos proyectos,
caminando segura y sin miedo.
Dejé de buscar sonrisas
y de vivir de recuerdos,
cogiendo los rayos del sol,
llegando a tocar el cielo.
Dejé de lanzar suspiros
y de reclamar besos,
creando mi propia estela
y amando sin remordimientos.
Dejé de soñar, buscar y exigir,
y comencé a amar, a sonreír, a vivir.
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