miércoles, 5 de agosto de 2015

Buscando el equilibrio

Hace unos años, ante una situación crítica que cambió diversos aspectos de mi existencia, comprendí que había pasado demasiado tiempo lamentándome por todo aquello que anhelaba o creía anhelar, y sintiendo tristeza por magnificar, quizá demasiado, todo lo negativo que había en mí, obviando lo positivo y lo que podía hacerme disfrutar del día a día.
 
Al darme cuenta de que la vida es demasiado efímera y los días transcurren sin pausa, decidí cambiar mi modo de actuar, buscando siempre el lado positivo a todo y saboreando los pequeños momentos que la vida me ha regalado, y ante los cuales mi pensamiento ha pasado tantas veces de puntillas sin pararme a disfrutar de ellos.

Por eso me gusta tanto emplear esa metafórica frase, "al borde del equilibrio", porque es el equilibrio lo que me permite deleitarme con todo lo que me rodea, me hace sonreír ante el hecho de estar viva, a pesar de que, a veces, las cosas no son todo lo fáciles que querríamos que fueran.

Cada hecho, cada situación, cada vivencia puede pervivir en nuestra memoria a modo de lección, en caso de ser negativo, o por el contrario, como un bonito recuerdo si se trata de algo positivo, pero lo más importante de todo es que nada nos impida seguir aprendiendo, disfrutando, viviendo, caminando al borde del equilibrio, sin asomarnos nunca al precipicio, siempre mirando al frente sin miedo y con ilusión, y reteniendo en la memoria tan solo aquello que nos hizo felices.
 
 
 





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